21 de diciembre de 2010

¿Que pasa? ¿porque abren el paragua antes de que llueva?

El Secretario de Justicia de EEUU, Eric Holder.

El secretario de Justicia de EEUU,Eric Holder, lanzó una dura advertencia sobre la creciente amenaza que representa el terrorismo procedente del propio país y recordó que los ciudadanos "deben estar preparados para recibir, potencialmente, malas noticias".

En declaraciones al programa a un programa televisivo de la cadena ABC,Holder indicó que lo que más le preocupa es el aumento en el número de ciudadanos estadounidenses dispuestos a perpetrar atentados contra sus propios compatriotas.

"Es una de las cosas que me mantienen despierto por la noche. Hace sólo dos años uno no se preocupaba de esto, sobre individuos, sobre ciudadanos, al nivel que lo hacemos ahora", explicó el alto funcionario.

"La amenaza ha cambiado de preocuparnos simplemente por los extranjeros que vienen a la gente que ya está aquí, ciudadanos estadounidenses, criados aquí, nacidos aquí y que por la razón que sea han decidido que se van a radicalizar y tomar las armas contra la nación en la que nacieron", apuntó.

En los últimos dos años, declaró, se ha detenido a 126 personas por cargos de terrorismo, de los que unos 50 eran ciudadanos estadounidenses.


¿Que pasa? ¿la inteligencia ha recibido alguna advertencia? ¿insurrección de la derecha ante la crisis economica?

19 de diciembre de 2010

Charlie Wilson, el hombre que terminó con "la guerra fría"



Charlie Wilson, el congresista de Texas que inventó la guerra de Afganistán al lograr canalizar millones de dólares para financiar la insurrección contra el gobierno de Mohamed Taraki, falleció ayer, a los 76 años. Wilson no era ni agente de la CIA ni trabajaba para el Pentágono, pero su actuación provocó la caída del bloque soviético y del Muro de Berlín, y dio término a la llamada Guerra Fría, que atemorizó al mundo durante cuatro décadas.

Todo comenzó en 1978 cuando el golpe de Estado en Afganistán instaló en el gobierno a Mohamed Taraki,un joven político de ideas progresistas que buscaba dar una gran transformación a Afganistán.

Parte de esta transformación consistía en una serie de reformas modernizadoras y laicas que agrupaban intereses básicos como urbanizar y abastecer de agua potable a todo el país, así como avances en educación y salud. Sin embargo, el rechazo de la facción fundamentalista, apegada el Corán, pudo más al encontrar el sorpresivo apoyo del congresista Charlie Wilson.

Gran parte de esta historia aparece retratada en la película de Mike Nichols, La Guerra de Charlie Wilson, protagonizada por Tom Hanks.

Como se recordará, Taraki pidió ayuda a la URSS para contrarrestar la insurgencia de loa muyahidines, que eran financiados por Estados Unidos. Este apoyo financiero se hizo cada vez más creciente y la Unión Soviética comenzó a sufrir un fuerte desgaste político, económico y militar que la llevó a la bancarrota en esos tres frentes. Tanto, que el cabo de casi diez años Afganistán se había convertido en el Vietnam de la URSS. Así fue como el apoyo de Estados Unidos a los muyahidines (entiéndase, a Osama Bin Laden) significaron el colapso financiero de la Unión Soviética, que se vio forzada a eliminar el apoyo a los países socios, ocasionando el desplome definitivo del bloque soviético que significó "el fin de la guerra fría".

Vaya personaje el de Charlie Wilson. Y no crea que en Estados Unidos le reconocen sus méritos. Por eso es conveniente ver la la película de Mike Nichols.

Fuente

10 de diciembre de 2010

Harry Gold, el espía que «entregó el secreto de la bomba atómica a la URSS»

«Cometí una falta terrible y tengo profundo remordimiento». Estas fueron las palabras del químico Harry Gold, el día que fue condenado a 30 años de prisión por vender secretos nucleares a la Unión Soviética. La sentencia publicada por ABC el 10 de diciembre de 1950, hace hoy 60 años, cerraba uno de los episodios de espionaje más importantes del siglo XX, en un momento crucial de la historia contemporánea: la carrera desesperada, durante Segunda Guerra Mundial, por ser la primera potencia en fabricar la bomba atómica.
ABC
Harry Gold, saliendo de la prisión Lewisburg donde estuvo preso 16 años (1966)
Gold, nacido en Suiza pero nacionalizado estadounidense, había sido detenido seis meses antes por agentes de la Oficina Federal de Investigaciones, «acusado –según explicaba ABC– de haber entregado el secreto de la bomba atómica a la Unión Soviética, en colaboración con el espía atómico británico, doctor Fuchs».
Aunque muchos historiadores han puesto en duda la relevancia de los secretos desvelados por Gold y Klaus Fuchs –Estados Unidos, de hecho, ganó la carrera atómica al realizar la primera prueba nuclear de la historia («Prueba Trinity», en 1945) y producir las bombas de Hiroshima y Nagasaki–, lo cierto es que los intentos por ser el primer país en hacerse con esta arma de destrucción de dimensiones desconocidas hasta entonces, puso en jaque a los servicios de inteligencia de las principales potencias mundiales entre 1939 y 1945.
Mientras Estados Unidos desarrollaba el conocido «Proyecto Manhattan», responsable de las bombas de Nagasaki e Hiroshima, los nazis tenían el «Proyecto Uranio» y los soviéticos la «Operación Borodino». La «batalla» atómica, que continuó una vez iniciada la Guerra Fría, se jugó en muchos frentes.
Gold, el reacio comunista
Gold, «ese soltero tímido de ojos tristes de Filadelfia» –como lo definió el periodista e historiador Allen M. Hornblum en «El invisible Harry Gold: el hombre que dio a los soviéticos la bomba atómica» (Universidad de Yale)–, era un recluta reacio a la causa comunista en 1930, que incluso se resistió a las arengas soviéticas de un amigo de la juventud. Pero, finalmente, e «impresionado por el hecho de que la Unión Soviética se había convertido en el primer país en hacer del antisemitismo un crimen contra el Estado», se decidió, alrededor de 1934, a llevar a cabo acciones de espionaje contra su empresa,Pennsylvania Sugar Company, cuyos productos eran de interés para la URSS.
«Para evitar ser vigilado –contaba Hornblum en su libro–, caminaba por el lado oscuro de la calle y comía en restaurantes con cabinas en lugar de mesas al aire libre». «Nadie podría sospechar que el hombre rechoncho de aspecto extraño y expresión triste era un espía soviético que comerciaba con secretos industriales y militares», añadía.
Pero así fue, tal y como reconoció cuando fue detenido y juzgado. Se dedicó a entregar información vital de carácter atómico a los comunistas: «Quería ayudar a una nación cuya finalidad yo apruebo, al mismo tiempo que para reforzar su poderío industrial». Gold contó que recibía la información de Fuchs, físico teórico alemán que participó en el «Proyecto Manhanttan», en el importantísimo Laboratorio Nacional de Los Álamos, que luego entregaba a su vez a un individuo encargado de hacerla llegar a Rusia. Aquel fue el punto culminante de su carrera como espía, poco después de entrar en contacto con Fuchs, condenado más tarde a 14 años de prisión.
Los Rosenbergs, ejecutados
En 1950, cinco años después de que Hiroshima y Nagasaki fueran devastadas, la Policía británica y estadounidense consiguieron acabar con aquella red de espionaje soviético que tantos éxitos había cosechado durante la Segunda Guerra Mundial. Primero fue arrestado el doctor Fuchs. Después, Gold, que logró salvar su propia vida tras testificar y traicionar a otros camaradas, como el matrimonio de Julius y Ethel Rosenberg , que se convirtieron en los primeros civiles de la historia de Estados Unidos ejecutados por espionaje.
«Gracias a diferentes actos de traición, la URSS fabrica hoy la bomba atómica», aseguró Owen Brewster, un senador republicano, el día en que Gold fue condenado. Y añadió: «Este estado de cosas debe ser tenido en cuenta para decidir si es conveniente aplazar el empleo de la bomba atómica para un día fatal».
Gold sólo cumplió 16 de los 30 años, saliendo de la cárcel en 1966 y convirtiéndose en un profesor de universidad y químico de renombre en la Alemania Democrática, a donde se exilió nada más ser puesto en libertad.

Fuente: ABC ES