20 de junio de 2005

El modelo sueco

Si la ley suprema para llegar a algo en crecimiento económico es menos gobierno e impuestos bajos, Suecia parece estar desafiando la ley de la gravedad económica. Éste es, después de todo, un país cuyo Estado consume cerca de 60 por ciento de la economía nacional. Los impuestos y los salarios se encuentran entre los más altos del mundo. No obstante, este Estado benefactor es una de las más pujantes economías de Europa. Y después casi tres decenios de falta de vigor económico, en que la producción per cápita descendió de ser la tercera del mundo al decimoctavo puesto, la economía sueca se encuentra actualmente en medio de una poderosa transformación.
AUNQUE EL ESTADO SUECO SIGUE FINANCIANDO LA ATENCIÓN MÉDICA, LA EDUCACIÓN Y MUCHOS SERVICIOS SOCIALES, ha desregulado sectores económicos como las telecomunicaciones y la energía, el transporte aéreo y la banca. Como resultado, han prosperado las empresas nuevas y la alta tecnología. De hecho, buena parte del crecimiento proviene de empresas que no existían hace diez años. El crecimiento anual sueco es de aproximadamente 3,6 por ciento, mucho mayor que el de Europa en general. El Estado, sumergido en deuda hace cinco años, ahora opera con un enorme superávit presupuestario. Suecia no es la única nación que desafía los principios neoliberales. Finlandia tiene altos impuestos personales y rígidos reglamentos de trabajo, y no obstante se ha convertido en un líder mundial en la industria de los teléfonos móviles. El auge sueco es, para muchos, el más sorprendente de todos. Además de aferrarse a un sistema de seguridad que protege al ciudadano desde la cuna hasta la tumba Suecia está creciendo más aceleradamente que la mayoría de sus vecinos. Nadie está hablando de un nuevo "modelo sueco" de crecimiento. Pero hace unos años este país era una buen ejemplo de cómo las buenas intenciones podían llevar a resultados desastrosos. En 1970, la producción sueca per cápita era la tercera del mundo. Pero, a medida que el sector público aumentaba desproporcionadamente, elevándose de una tercera parte a la mitad de la economía, los negocios y la productividad fueron siendo superados por el mundo en general. A nadie sorprendió que se estancara la creación de empleos. La pregunta es: ¿qué hay detrás del repunte actual? Un cambio importante es que finalmente se ha puesto en orden el presupuesto del Estado. Después de operar con abrumadores déficit presupuestarios a mediados de la década del 90, el gobierno AUNQUE RECHAZÓ LA MAYORÍA DE LAS DEMANDAS DE RECORTAR EL ESTADO BENEFACTOR, procedió a elevar los impuestos personales e impuso severos límites al gasto. El mayor cambio económico ha sido el surgimiento de empresas nuevas, muchas en el área de las telecomunicaciones y otras muchas otras nacidas de la pasión escandinava por Internet. Suecia usó el mismo truco de todos países exitosos: INVIRTIÓ UN PORCENTAJE MAYOR DE SU PRODUCTO BRUTO INTERNO EN CONOCIMIENTO -investigación, desarrollo, adiestramiento y educación- QUE CUALQUIER OTRO PAÍS EN EL MUNDO.

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