19 de febrero de 2006

La tentación es grande

Lo que EEUU tiene planeado es bombardear simultáneamente con armas convencionales y nucleares 450 blancos estratégicos de Irán en los que supuestamente se desarrollan “programas de armas nucleares”. El Pentágono arrojaría bombas nucleares “limpias” para destruir instalaciones iraníes instaladas hipotéticamente bajo tierra, pero sus efectos serían muy sucios: cada estallido crearía un cráter de radiaciones letales que se extenderían por una zona muy vasta. Si por “error” se arrojaran en un área densamente poblada causarían la muerte de varios centenares de miles de personas, de acuerdo con el potencial de la bomba. Esto seria un lamentable efecto colateral. Está claro de qué tipo de limpieza se trata. Si Irán esta o no fabricando armas atómicas les importa un pito, después de todo bombas atómicas tiene Pakistan, India, Corea, China, Rusia y el mundo sigue andando. Lo mas probable es que a Irán le falten 10 años de trabajo para poder fabricar una miserable bombita atómica. Pero esta no es la cuestión. El asunto consiste en que Irán posee enormes reservas de oro negro y de gas natural que son las segundas en importancia del mundo. Su ocupación militar entrañaría el control de EE.UU. sobre la costa este del Golfo Pérsico y el sur de la cuenca del mar Caspio, las zonas de mayor concentración de esas reservas. Como el control militar norteamericano existe ya en parte de esa cuenca y en el corredor afgano-pakistaní que permite vincularla con el océano Indico, así como en puntos clave del Golfo (Arabia Saudita e Irak), Washington PASARÍA A DOMINAR DE MANERA ABSOLUTA LA PRODUCCIÓN Y LAS RESERVAS DE HIDROCARBUROS MÁS IMPORTANTES DEL PLANETA Y, POR ENDE, LA ECONOMÍA MUNDIAL. Y sin necesidad de socio alguno. El riesgo de atacar Irán es grande, pero la recompensa es mayor. ¿Podrán resistirse a la tentación?. No creo. Así que lo único que queda por verse es que respuesta tendrán Rusia, China e India.

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