UNION SUDAMERICANA

Con la notable ausencia de tres de los cuatro jefes de Estado del Mercosur (Argentina, Uruguay y Paraguay) y uno de la Comunidad Andina (Ecuador), ocho presidentes y cuatro representantes de la región firmaron la histórica Declaración de Cusco. Nació con ella la Comunidad Sudamericana de Naciones. Esta unión sudamericana tendrá 17 millones de kilómetros cuadrados, aglutinará a 360 millones de personas y tendrá PBI cercano al billón de dólares. Su conducción quedará en manos de una comisión integrada por doce vicecancilleres. Tiene como antecedente inmediato el acuerdo de libre comercio firmado entre el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) y la Comunidad Andina de Naciones (Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Venezuela). Chile está asociado a ellas. Lula se mostró muy interesado en el lanzamiento sudamericano y hay en el gobierno argentino quienes creen que aspira a convertirse en líder de la región que contará con un PBI similar al de Estados Unidos y reservas naturales en petróleo, gas y agua dulce únicos en el mundo. El documento que creó la Comunidad Sudamericana de Naciones propone nada menos que integrar a largo plazo la economía, el comercio, la diplomacia, el sistema financiero y la infraestructura en el subcontinente. Antes de cumplir semejante proyecto, “los 12” llegaron a esta ciudad con objetivos módicos, pero realistas: acordaron impulsar 31 obras internacionales de conexión vial, ferroviaria y energética, y poner en práctica tratados existentes para ampliar las ventas entre ellos. Hubo acuerdo en que todavía no se creará más burocracia ni se destinará un presupuesto especial para el proyecto. Pero se ratificaron acuerdos comerciales entre el Mercosur y la CAN, que podrían aumentar hasta en un 40 por ciento el comercio continental en el corto plazo. Por medio de la Declaración de Cusco, la región se comprometió a impulsar su "concertación política y diplomática", además de la "convergencia" entre Mercosur, CAN, y Chile en vista de lograr una zona de libre comercio.