10 de marzo de 2006

El Consejo de Seguridad y sus sanciones

La próxima semana entrará en escena del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Estados Unidos ha hecho todo lo posible desde hace mucho tiempo para enviar el caso iraní ante el Consejo de Seguridad, y al fin lo ha logrado. La UE, liderada por Francia, Gran Bretaña y Alemania, comenzó las negociaciones con Irán hace dos años y medio con la esperanza de convencerlo de terminar con el enriquecimiento de uranio a cambio de incentivos económicos. Es decir, la UE pretendió que Irán deje de enriquecer uranio coimeándolo. Pero no dio resultado. El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) esta preparando un comunicado con el listado de las múltiples infracciones cometidas por Irán, incumpliendo las peticiones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). El borrador habría sido elaborado por Reino Unido y Francia y solo consiste en una severa advertencia a Irán. También es posible que se apruebe sanción económica contra Irán, tales como imponer un embargo de petróleo o congelar sus propiedades en el extranjero. Este embargo no seria mas que simbólico. Todo esto no puede impedir a Irán continuar sus actividades de enriquecer el uranio. Irán deberá hacer frente a un creciente aislamiento que podría tener como consecuencia cuanto mucho una limitación de los viajes de sus dirigentes o su participación en reuniones internacionales. Lógicamente, un aislamiento de tal tipo no amedrentará a los iraníes. Además, para poder poner sanciones económica efectivas el Consejo de Seguridad debería vencer la oposición de Rusia y China, dos países que tienen estrechas relaciones comerciales con Irán y si aprueban tales sanciones es como si se sancionaran a si mismos. Puesto que no se puede resolver el problema con su presentación al Consejo de Seguridad, ¿con qué propósito los EEUU está tan ansioso de someterlo al Consejo de Seguridad? Los EEUU está jugando con una táctica de guerra psicológica al tratar de obligar con medidas represivas ineficaces a Irán a rendirse. Si Irán no quisiera ceder a las “sanciones”, los EEUU podría encontrar un pretexto para que él mismo o Israel lanzara un ataque quirúrgico. O sea, EEUU no quiere repetir el error de Irak y cortarse solo. Quiere el respaldo del Consejo de Seguridad. Al mismo tiempo, Irán y Estados Unidos se amenazan mutuamente con alternativas muy dolorosas. El resultado ha sido fulminante: los europeos ven con gran preocupación el creciente tono belicoso de Washington y llaman a una actitud conciliadora para lograr que Teherán vuelva a la mesa de negociación. Washington ha observado hasta ahora un perfil bajo y dejó a la 'troika' europea (Berlín-Londres-París) el cuidado de llevar la negociación por cuenta de lo que aún llamamos 'Occidente' y permitió a Rusia intentar una salida final enriqueciendo el uranio iraní en suelo ruso bajo control del OIEA. Fracasada esta posibilidad por la negativa iraní a renunciar a un programa de enriquecimiento sin dimensión industrial, pero en su suelo, el traslado el problema al Consejo de Seguridad era inevitable. Ahora Washington cuando mencione las preocupaciones o las esperanzas de la comunidad internacional, una figura que carece de significación real cuando, por ejemplo, no incluye a China o la India, no mentirá, pues el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, representa a la perfección a tal comunidad. Al fin de cuentas, la crisis iraní seguirá un curso parecido al de la crisis de Corea del Norte, que decidió ABANDONAR EL TRATADO DE NO PROLIFERACIÓN (TNP), a finales de 2002. ¿Será ese el momento en que comience el bombardeo tan anhelado por los yanquis?.

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