11 de marzo de 2006

Pasos predecibles

Irán se servirá del petróleo como arma si el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impone sanciones para forzarlo a poner fin a su programa nuclear. Irán es rico en recursos energéticos y tienen el control sobre la mayor y más sensible ruta energética del mundo: el estrecho de Ormuz. Según la óptica iraní, con las sanciones la comunidad internacional se verá más perjudicada que el propio Irán. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU se reunieron ayer para mantener su segundo encuentro sobre la crisis nuclear iraní. Estados Unidos, Reino Unido y Francia abogan por una declaración dura que presione a Irán. Mientras, Rusia y China han dejado claro que se oponen a una acción firme del Consejo de Seguridad y que prefieren dejar el caso en manos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). Estados Unidos y la Unión Europea proponen que el Consejo de Seguridad de la ONU otorgue un plazo de dos semanas a Irán para que ponga fin a sus actividades nucleares sospechosas. El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto debatir la próxima semana el caso nuclear iraní, que le fue transmitido el miércoles por el OIEA. El OIEA exige a Teherán que suspenda sus actividades nucleares sensibles y coopere para garantizar que su programa atómico no persigue fines militares. Al contrario de este último organismo, el Consejo de Seguridad tiene poder para imponer sanciones y puede autorizar también un recurso a LA FUERZA CONTRA IRÁN. Es a este punto donde quiere llegar EEUU.

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