4 de marzo de 2006

El ‘héroe nacional’

Abdul Qadeer Khan fue el ‘padre’ de la bomba atómica pakistaní gracias a la información que sustrajo cuando trabajaba para una compañía de enriquecimiento de uranio en Holanda. Luego monto su “supermercado atómico” con base de Dubai, el rico Emirato Árabe que próximamente administrará los puertos yanquis. Khan reconoció, obligado por los acontecimientos, su responsabilidad en la transferencia ilegal de tecnología nuclear a Irán, Libia y Corea del Norte. El científico pidió perdón públicamente por televisión al pueblo pakistaní afirmando que actuó “sin ninguna autorización del Gobierno para esas actividades”. Automáticamente, Musharraf, le concedió de inmediato clemencia a este ‘héroe nacional’. Todo hace pensar que Khan es solo la punta del iceberg y el iceberg es la existencia de un enorme “supermercado internacional de tecnología nuclear”, del cual el boliche que abrió Khan en Dubai es solo una filial. Estados Unidos por su parte, no cuestionó ni un solo instante la versión del gobierno pakistaní, supuesto y absoluto ignorante de las ‘transacciones ilegales’ que su más importante experto nuclear estuvo realizando durante más de una década. Los yanquis, tanto como Musharraf, saben también hacerse los estúpidos. Es imposible que un científico difundiera tecnología nuclear sin que algunos altos cargos militares y gubernamentales estuvieran al corriente de sus acciones. Si Estados Unidos admitía esto se hubiera visto obligado a una dura sanción internacional que no podía ni queria dar, y pasó por alto las actividades pakistaníes de proliferación nuclear por su condición de aliado en la lucha contra el terrorismo en la zona. Pakistán es desde el 11/9 aliado estratégico de Estados Unidos en su lucha contra el terrorismo en Asia y la red de Bin Laden, y uno de los tres principales receptores de ayuda militar norteamericana. Mientras el mundo, detrás de Estados Unidos, tenía los ojos fijos en Bagdad, las grandes oleadas de la proliferación nuclear partían de Karachi. No hay ninguna duda de que China y Rusia tiene también montados mercados clandestinos para realizar transferencias nucleares. Los compradores de estos supermercados seguramente planean hacer jugosos negocios con DP World de Dubai, que tendra la llave de los puertos yanquis...


Fuente: Progreso Semanal

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